Chris Espinosa no es un empleado común. Se unió a Apple cuando tenía apenas 14 años, convirtiéndose en el trabajador número 8 de la empresa. Mientras otros adolescentes se concentraban en exámenes escolares, Espinosa trabajaba en el garaje de Steve Jobs, donde la historia de Apple empezaba a escribirse.
El joven Chris conoció a Jobs en la tienda Byte Shop, el primer minorista en vender el Apple I, una máquina que podía alternar programas en hexadecimal. “Quedé enamorado”, recordó Espinosa en el año 2000, refiriéndose a su fascinación con la tecnología de Apple. Pero su decisión de unirse a la empresa no fue sencilla. Los profesores de la secundaria Homestead trataron de disuadirlo, calificando a Jobs y Steve Wozniak de “locos”, aunque él ignoró esos consejos. Incluso, Jobs logró convencerlo de abandonar la Universidad de Berkeley para que trabajara en Apple.
Primeros pasos en Apple
La carrera de Espinosa en Apple es un ejemplo claro de cómo ha sabido adaptarse a lo largo del tiempo. Comenzó programando en BASIC desde el garaje de Jobs, y eventualmente se convirtió en el director de documentación del proyecto Macintosh. Su versatilidad lo llevó a desempeñarse en múltiples roles dentro de la empresa, desde ingeniero en AppleScript hasta apoyo en el desarrollo de Mac OS X. También estuvo involucrado en el desarrollo del sistema iOS Family Sharing y en el departamento de iCloud, dejando su huella en varios aspectos técnicos de la compañía.
La lealtad que supera al fundador
Espinosa trabajó más del doble de tiempo en Apple que el propio Steve Jobs, quien estuvo en la compañía durante 24 años. Con 63 años, Espinosa lleva más de 48 años en la empresa, y no tiene intenciones de retirarse. Ha ocupado diversos puestos y se ha adaptado a los cambios constantes de la industria tecnológica, siendo testigo y protagonista de las transformaciones de Apple.
El “Woz Plan” que cambió su suerte
Pese a su importancia en Apple, Espinosa no fue incluido en la oferta pública inicial de la empresa, una exclusión que otros empleados no experimentaron. Sin embargo, Steve Wozniak lo salvó financieramente con su famoso “Woz Plan”, que otorgaba 2.000 acciones a un grupo selecto de empleados a un precio de cinco dólares cada una. Este gesto permitió a Espinosa obtener una participación directa en la compañía y reconoció su compromiso desde los primeros días de Apple.
Su legado en Apple
Aunque su carrera ha tenido sus altibajos, Espinosa sigue siendo una pieza clave en Apple. Desde los primeros programas en BASIC en el garaje de Jobs, hasta su trabajo en iCloud e iOS Family Sharing, su legado está profundamente entrelazado con la evolución de la empresa. Según el medio Applesfera, ha sido víctima de “algunas maniobras sospechosas por parte de los fundadores”, pero su perseverancia y dedicación a lo largo de las décadas lo convirtieron en un testigo directo del éxito de Apple.
Chris Espinosa, el trabajador número 8 de Apple, sigue siendo una figura esencial en la historia de la empresa, y su lealtad inquebrantable refleja su profunda conexión con la marca, la cual ayudó a construir desde sus humildes comienzos.
